La industrialización nos trajo aroma extranjero, soplo de otros rumbos, colores y sabores de otras tierras; el trajín del desarrollo urbano dio la bienvenida a hombres y mujeres con aire de otra esencia. El Aguascalientes de 1880 reserva imágenes sobre un nuevo ritmo: Un vaivén acrecentado de gente, coches y carrozas transitando nuevas calles, mercados crecidos acarreados de mercancía traída de otras localidades, gente de aquí y de allá, forasteros comerciando y probando lo nuestro, oliendo, todos viviendo lo nuevo. Esta es la estampa de un nutrido folclor emergido del aliento modernizador.
Con el asentamiento de migrantes extranjeros en nuestra ciudad y el brío de empresarios y políticos de la época se puso en marcha un histórico dinamismo económico, fábricas e industrias empezaron a proliferar en Aguascalientes, algunas de las más importantes: la fábrica de hilados y tejidos San Ignacio (1861), La Regeneradora (1900) productora de cigarrillos y puros, así como La Perla (1895) una de las empresas más importantes productora de derivados del maíz. La Jabonera del Centro, dedicada a la producción de jabón, fue fundada en 1928 y contribuyó de manera importante al crecimiento económico de la entidad siendo la tercera fuente de empleo después de los talleres de ferrocarriles y La Perla.
Hoy, Volviendo al Origen rememora la historia de La Jabonera del Centro para evocar su esencia y perpetuar el valor de la producción artesanal poniendo en tu piel la alquimia de aromas que revelarán tu propia naturaleza.
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